viernes, 22 de noviembre de 2013

Las redes en la educación #escenariostec


Hoy en día tenemos el desafío de la virtualidad como ingrediente especial de los encuentros pedagógicos. Nos comunicamos con los alumnos vía Twitter o Facebook, organizamos discusiones en Diigo y nos enviamos presentaciones armadas en Prezi. Continuamos usando el pizarrón, por supuesto (resulta menos esforzado hacer un cuadro en él, algo que nos lleva cinco minutos, que en un aula virtual), pero enriquecemos el proceso y lo hacemos permanente.

Actualmente, los principios del aprendizaje en red están ligados a la concepción del aprendizaje social y situado (Lave, J., y Wenger, E. 1990). Es decir, que la idea no es ya la de transmitir conocimientos (la mayor cantidad posible en el menor tiempo posible), característica del docente ejecutivo, sino que a través del nuevo concepto de aprendizaje éste se vuelve participativo, colaborativo. Crítico, en fin. Magister dixit ha sido reemplazado por nosotros decimos.


De esta manera, y como ya sabemos, la educación es central a la hora de hablar de identidad. Por ende, al tener este nuevo concepto de educación, vemos que las nuevas identidades tampoco son fijas: más bien, son dinámicas, grupales, casi podríamos decir universales. Recuerdo una frase de la última película de James Bond: "Ya no sabemos quiénes son nuestros enemigos." Agrego, "nuestros amigos están en todo el mundo." No existe más, afortunadamente, la brecha insalvable entre el profesor y el alumno; tampoco entre un país y otro. Gracias a las redes, podemos comunicarnos a cualquier hora con cualquier persona ubicada en cualquier punto geográfico. Una comunicación verdaderamente democrática.


Participación, identificación e identidad. Comunicación fluida, permanente. Información al alcance de todos. Maravillosa era la que tenemos ante nuestros ojos. Aprovechemos estas características, asumamos el compromiso y, por qué no, juguemos. Negociemos. Aprendamos.

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