Otro curso más con el que intento perder el temor a las nuevas tecnologías. Absurdo sería que no reconociera lo difícil que me resulta aceptar todo esto (mi temor y las nuevas tecnologías...), pero más absurdo aún sería acallar la voz que me dice que debo seguir adelante.
Toda práctica conlleva una reflexión y un reajuste. Los médicos no operan con traje; los maestros no pegan a los alumnos con un puntero. El programa Conectar Igualdad me obliga, éticamente por lo menos, a actualizarme en este punto. Y todo desafío educativo me resulta interesante, así que... ¿por qué no?
Los entornos virtuales nos dan una gran oportunidad para repensar nuestro quehacer. Co-elaborativamente, inquisitivamente, inteligentemente. Adelante, pues.
No hay comentarios:
Publicar un comentario